Na Residencia de ancianos Quinta do Vau, cada ma帽ana ten铆an su rutina. Entre las conversaciones y las actividades diarias, los d铆as transcurr铆an en paz. Pero ese d铆a ocurri贸 algo diferente, algo que hizo latir m谩s r谩pido el coraz贸n de D. Lurdes.
Como muchos, siempre entusiasmados por usar el dispositivo Sioslife para explorar los diversos contenidos, D. Lurdes encontr贸 algo que dej贸 sus ojos con un brillo nunca antes visto.
En la pantalla, un v铆deo de Rancho de Folgosa, que cantaba en esa sala, comienza a tocar. El sonido de la concertina llen贸 la sala y cada acorde trajo consigo recuerdos de toda una vida. Por un momento, la se帽ora Lurdes no estaba all铆, estaba en un escenario entre faldas redondas y pa帽uelos vibrantes, haciendo lo que siempre le gust贸, bailar en su rancho.
芦Mi se帽ora, estoy all铆, 隆es mi rancho!禄, exclam贸 a los cuidadores presentes, casi sin creerlo. Se levant贸 de inmediato, cogi贸 el pa帽uelo que hab铆a guardado en su habitaci贸n y comenz贸 a sacudir su cuerpo al ritmo de la m煤sica.
芦Se帽or Lurdes, 驴bail贸 en este rancho?禄, pregunt贸 qui茅n estaba all铆.
A lo que D. Lurdes dice: 芦驴Bailaste? 隆Oh, nena, sol铆a vivir para esto! Cada ensayo, cada actuaci贸n... 隆No era solo baile, era soul!禄.
Al hablar, Los ojos de D. Lurdes est谩n llenos de un brillo nunca antes visto, como si cada palabra que pronunciaba le trajera un pedacito de ese recuerdo. La m煤sica continu贸 y, aunque el cuerpo no era tan 谩gil como antes, D. Lurdes bail贸 como si el tiempo nunca hubiera pasado.
En ese momento, No era solo un recuerdo, era una tradici贸n que volv铆a a la vida. Y todo gracias a un simple momento que Sioslife le brind贸 sin querer a esta se帽ora.
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